DEVASTADO
Bombas
que estallan
Hiriendo,
hincándose en cada pedazo de vida,
en
cada sector de materia iluminada por el fuego
Destrozando
túneles, disolviendo trenes y asfaltos
Cuando
vuelva la calma,
cuando
tus manos dejen de temblar
No
me busques premeditadamente , esperá
No
salgas a gritar mi nombre por las calles vacías y sangrientas
No
hurgues, no ensucies tus manos entre fosas y ataúdes
Esperá
un tiempo, que el polvo caiga
que
repose en pianos y
pasamanos
que
los enamorados vuelvan a llenar plazas y paseos
y
después,
sólo
después, salí
Observa
bien el agua, la tierra, el fuego
Revisa
las dunas, los puentes, los desvanes
y
dejá que el viento te guíe, es buen consejero
Ahí
estaré esperando
De
cuclillas, con los ojos cerrados,
con
mis pulmones llenos de ceniza y espanto.
Y
si las tormentas te llevan por caminos equivocados,
por
cavernas gelatinosas o antiguos bosques ahora humeantes
no
te aflijas
Refugiate
en una paloma de plaza,
en
un gato de cementerio
Recordá,
el alma huye cuando muere la carne
Algún día nos encontraremos, tras una glorieta,
en
algún abrazo, en algún beso.