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Discusión
General
En el presente trabajo se han encontrado evidencias de la posibilidad de generar aprendizajes asociativos de orden diferencial dentro de un mismo episodio tóxico etílico, durante la temprana ontogenia de la rata. No se tiene conocimiento, en la literatura de alcohol y ontogenia temprana, de trabajos que hayan informado estos resultados. En relación a otros psicotrópicos, Turenne y colaboradores (1996) han demostrado la capacidad de una misma dosis de anfetamina y morfina para generar aprendizajes tanto de orden apetitivo como aversivo en un mismo animal (roedores adultos), utilizando claves sápidas y táctiles. Sin embargo, en estos estudios las asociaciones entre las claves y los efectos de los psicotrópicos no fueron realizadas dentro de un mismo episodio tóxico. Cada asociación implicó un episodio independiente. En línea con los trabajos anteriormente citados, los resultados de la presente investigación dan cuenta de la capacidad del etanol para actuar en calidad de estímulo incondicional en un paradigma de aversión al sabor, durante la temprana ontogenia de la rata. Sin embargo, sólo un grupo de los tratados con etanol muestra esta aversión en los dos experimentos (grupo Etanol IT). Dicha aversión no se observa en el grupo Etanol Simultáneo en ninguno de los experimentos. El grupo Etanol TI, en tanto, solo expresa la aversión en el experimento 2. ¿Cómo podemos explicar estas diferencias? Debido a que el tratamiento farmacológico y la contingencia entre la clave sápida y el episodio tóxico es igual entre todos estos grupos, algunas de las diferencias arriba descritas se podrían explicar en función de las diferentes condiciones de evaluación de los grupos. De hecho, el grupo que fue directamente evaluado en relación a la ingesta (Etanol IT), sin ser previamente evaluado en términos de preferencia táctil, fue el único que exhibió de manera consistente la aversión. Esta última virtualmente desaparece cuando la evaluación es realizada en el cubículo con la superficie táctil previamente apareada a la parte temprana del proceso tóxico (grupo Etanol S). La especificidad de la clave táctil para inhibir la expresión de la aversión en este grupo se evidencia claramente en el experimento 2. En el mismo, el día experimental 2 puede considerarse tanto un ensayo de condicionamiento como una evaluación de ingesta de sacarina. En dicho día, los resultados indican un efecto significativo de tratamiento. Interesantemente, la aversión condicionada hacia la sacarina es similar en todos los grupos tratados con etanol que serán definidos durante el día 3 en función de las diferentes formas de evaluación. El día 3 experimental, cuando la evaluación de ingesta en el grupo etanol simultáneo se realiza sobre la clave táctil lija, se observa una interacción entre tratamiento y orden de evaluación. Esta interacción se debe a que la aversión, que antes era homogénea para todos los grupos tratados con etanol, se restringe ahora a los grupos Etanol TI e IT. El grupo Etanol simultáneo, en tanto, no posee un consumo significativamente diferente con respecto a ninguno de los grupos controles. Asimismo, la aversión tampoco se expresa cuando la prueba de ingesta es precedida por la prueba de discriminación táctil (grupo Etanol TI). Este resultado sólo se observa en el experimento 1. Cuando en el experimento 2 se aumenta el número de ensayos de condicionamiento la aversión se hace evidente, lo que indicaría que el aumento en la fuerza de la aversión contrarresta el efecto inhibitorio de la prueba de discriminación táctil sobre la ingesta de sacarina. Los resultados anteriores dan evidencia de la posibilidad de formación de múltiples asociaciones dentro de un mismo episodio tóxico etílico. Asimismo, se observan interacciones entre estas asociaciones, tanto de tipo inhibitorio como excitatorio. En otras palabras, existiría la posibilidad de generar respuestas diferenciales hacia claves previamente neutras que son apareadas en diferentes momentos del proceso de intoxicación. El efecto interactivo entre las asociaciones se observa claramente si consideramos los resultados obtenidos en la prueba de discriminación táctil. La mayor parte de los estudios con ratas que han utilizado claves táctiles para la evaluación de las propiedades hedónicas etílicas han observado aprendizajes de orden aversivo (Molina et al, 1996; Cunningham, 1993; Schechter & Krimmer, 1992; Gauvin et al,1994). En el presente estudio se han encontrado evidencias de tendencias a la preferencia y a la aversión por dichas claves, en función de si la prueba era realizada en forma previa o posterior a la evaluación de ingesta de sacarina. Interesantemente, los experimentos demuestran perfiles de reactividad opuestos. En el experimento 1, el grupo etanol IT expresa una tendencia a la preferencia por la clave táctil lija, en tanto que una tendencia a la aversión se observa en el grupo etanol TI. Este último es quién, en el segundo experimento, evidencia preferencia durante los tres primeros minutos de la evaluación. En el mismo experimento, el grupo etanol IT no posee un comportamiento diferente de sus respectivos controles. Varias hipótesis pueden proponerse para explicar la reactividad de los sujetos en la prueba de discriminación táctil. El primer experimento sugiere que, la expresión de una preferencia hacia la clave táctil, surge cuando se haya realizado un proceso de extinción de los componentes hedónicamente aversivos de la memoria generada por el proceso tóxico. El ensayo de evaluación de ingesta realizado en el grupo etanol I-T generaría dicha extinción, permitiendo la expresión de asociaciones a efectos alternativos del fármaco. Subyace a la lógica de este experimento la hipótesis que la administración etílica genera en el animal un conjunto de efectos hedónicos diferenciales. En animales sin experiencia, sin embargo, la saliencia del monto aversivo sería predominante. Trabajos previos dan evidencia que la capacidad hedónica apetitiva se expresa con más facilidad luego de un período crónico de experiencia con la droga. El desarrollo de tolerancia debido a la administración repetida permitiría la expresión de las propiedades reforzantes etílicas (Bienkowsky et al, 1995; Bozarth, 1989; Gauvin et al, 1992; Reid et al, 1988). En nuestros experimentos, la clave sápida tendría la capacidad de reclutar la información de índole aversiva, permitiendo que la clave táctil se asocie a efectos alternativos del alcohol, tal vez de orden apetitivo. Si esta hipótesis es correcta, es de esperar que cuánto más óptimo sea el aprendizaje aversivo mas claramente podrá la clave táctil expresar una asociación de tipo diferencial. Evidencias de esto surgen del experimento 2. En este, la amplitud de la AAS es mayor debido a un incremento en el número de ensayos de condicionamiento. La expresión de preferencia por la clave táctil en el grupo Etanol T-I podría explicarse debido a que la clave sápida ha reclutado el monto asociativo aversivo permitiendo una asociación diferencial de la clave táctil. La ausencia de preferencia o aversión hacia la clave táctil en el grupo I-T se explica debido a que el tiempo de duración de la evaluación de ingesta fue insuficiente para extinguir la memoria aversiva. La reactivación de esta memoria impide así la expresión de preferencias hacia la lija. En repetidas ocasiones se ha hecho referencia a la calidad hedónica aversiva de la memoria adquirida por la clave sápida. En cuanto a la clave táctil, los resultados aquí descriptos no son concluyentes en relación al valor hedónico de la misma. Si bien se puede sostener la posibilidad de encontrarnos con una memoria de tipo apetitiva, no se puede descartar que la clave táctil haya adquirido propiedades inhibitorias. Un estímulo condicionado inhibitorio (EC-) es aquel que se presenta en ausencia del EI o indica que este último no tendrá lugar (Tarpy, 1977). En nuestro caso, la clave táctil puede haberse convertido en un EC- debido a que es presentada explícitamente no apareada a la ventana temporal post-admnistración en que el alcohol alcanza valores máximos en sangre. Es en este período en que el etanol ejercería sus efectos hedónicos aversivos (Risinger & Cunningham, 1992). De esta manera, la clave táctil predeciría la no ocurrencia de una situación motivacionalmente aversiva. Una de las formas de medición de un proceso de inhibición condicionada lo constituye la prueba de estímulo compuesto o de sumación. En esta se observan los efectos sobre la conducta de la aplicación conjunta de un estímulo condicionado excitatorio (EC+) y uno inhibitorio (EC-). En el caso de que este último resulte efectivo se observa una disminución en la intensidad de la respuesta generada por la presentación del EC+ en forma aislada (Domjan, 1998). La desaparición de la aversión condicionada en el grupo Etanol Simultáneo cuando la evaluación se realiza sobre la clave táctil lija puede explicarse a partir de un proceso de sumación. Sin embargo, la confirmación de esta hipótesis requiere la generación de un diseño experimental independiente con grupos controles adecuados. En relación a la actividad locomotora desarrollada por los sujetos pertenecientes al grupo Simultáneo durante el día de evaluación, se observó un decremento gradual en función del tiempo, indicador de una respuesta de tipo habituatoria. La misma se encontró en ambos experimentos y fue independiente del tratamiento (etanol o salina) sufrido por los animales. ¿Los resultados aquí enunciados pueden interpretarse en función de múltiples asociaciones donde intervengan, por ejemplo, propiedades incondicionales de la sacarina? La asociación entre la clave táctil y la clave sápida es una de las asociaciones que potencialmente podrían establecerse. La sacarina posee, en determinadas concentraciones y esquemas de evaluación, propiedades apetitivas (Koros et al, 1998). Se ha demostrado incluso que la infusión oral de sacarina puede incrementar el nivel de dopamina en núcleo accumbens (Mark et al, 1991). La liberación de dopamina en esta estructura estaría relacionada con las propiedades reforzantes de un estímulo. En consecuencia, las respuestas de preferencia hacia la clave táctil podrían ser explicadas debido a que esta última predice la posterior ocurrencia de la infusión oral de sacarina. Sin embargo, los grupos controles no manifestaron ningún tipo de reactividad diferencial hacia la clave táctil, mas allá de que la contingencia entre esta última y la infusión de sacarina era igual en todos los grupos. La posibilidad de formación de múltiples asociaciones da pie a una explicación alternativa para la tendencia a la preferencia encontrada en el primer experimento. Esta se observa sólo en el grupo etanol I-T. Podría considerarse la prueba de evaluación de ingesta como un tratamiento reactivador que facilita la expresión de la memoria asociada a la clave táctil. El grupo etanol T-I no expresaría la tendencia a la preferencia al no haber recibido dicho tratamiento. Un tratamiento reactivador implica la presentación de algún aspecto del episodio de aprendizaje (EI, EC+, EC-, contexto, etc.) en forma previa al momento de la evaluación (Spear, 1976; Kraemer & Spear, 1993). La infusión de sacarina en el grupo etanol I-T puede considerarse un tratamiento reactivador debido a que es presentado en forma previa a la prueba de discriminación táctil. Asimismo, puede considerarse a la clave sápida como un EC- en relación a la contingencia entre la clave táctil y la parte temprana del proceso tóxico. Una objeción a esta hipótesis es que falla en explicar la actuación de los grupos experimentales en el experimento 2. Por otra parte, trabajos previos afirman que si bien el EC- es el elemento de la situación de aprendizaje que mas eficacia posee en un tratamiento reactivador, dicha eficacia se asienta en la capacidad de predecir la posterior ocurrencia de la contingencia EC+/EI (Miller, Jagielo & Spear, 1991). En nuestro caso, la clave sápida es temporalmente posterior a la contingencia EC+/EI (Clave Táctil/Parte temprana de la intoxicación etílica). ¿Se replicarían los resultados descritos en esta investigación si se invirtiera el orden secuencial de los estímulos condicionados (Es decir, sacarina en primer orden y lija en segundo lugar)? Si bien es lícito preguntarse por la especificidad de los resultados aquí descritos, la mayor parte de la literatura sugiere la existencia de una asociación selectiva diferencial entre los distintos efectos hedónicos de psicotrópicos y ciertos estímulos condicionados. El malestar inducido por sustancias se asociaría selectivamente con claves sápidas, en tanto que efectos de tipo apetitivo tendrían mayores posibilidades de asociarse a claves exteroceptivas (García et al, 1968; Hunt et al, 1987). Finalmente, se sintetizan las principales conclusiones de este trabajo: - Hay evidencias de la posibilidad, durante la temprana ontogenia de la rata, de generar asociaciones diferenciales dentro de un mismo episodio tóxico etílico utilizando claves sápidas y táctiles. - Se observan interacciones entre estas asociaciones. - No se puede concluir sobre la calidad hedónica de la información adquirida por la clave táctil. Los resultados aquí expuestos no permiten decidir si esta es una memoria inhibitoria de la aversión o posee propiedades recompensantes intrínsecas. |
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